El vagón de los esclavos
Igual que en su día hice un poco de publicidad sobre los escritos de Icrave, ahora tengo que hacerla también sobre los de Caniggia.
Aquí dejo una muestra para que veáis la calidad de sus escritos, a mi me encantan.
Aquí dejo una muestra para que veáis la calidad de sus escritos, a mi me encantan.
COSAS DE LOCOS
Imagina el momento en el que la máxima atracción de un parque temático sea la visita a una institución mental. Imagina que dentro nos encontramos una terapia de grupo. Vemos a los locos frente a la persona encargada de reconducirlos, ellos están sentados a una silla y te das cuenta de que los conoces. Con la mirada recorres uno a uno los rostros, puedes ver a A, B, C, D, y E. De repente, también logras reconocer a la terapeuta, es V, lo que parece resultarte normal, ¿quién mejor que V para poner a los locos en su sitio?
V invita a cada uno de los locos a ponerse frente a los demás y exponer los motivos de su locura. A y B superan esta prueba con elocuencia, demostrando una soltura impropia de su calificación mental. El turno pasa a ser para C, pero, al contrario que sus anteriores compañeros de locura, no consigue articular palabra alguna. V, con su experiencia, ve que eso puede desestabilizar la terapia y obliga a C a volver a sentarse con su compañeros, decide que D salte al centro de la sala y relate qué le llevó a la locura. D no defrauda y consigue narrar sus experiencias de una forma fluida, calmando a sus compañeros.
Por último, el turno de la palabra pasa a E. Un pálpito como espectador te sacude, intuyes en E otro tipo de locura, pero, sin embargo, no logras ver más allá del espectáculo que ofrece el parque temático. E se coloca en el centro de la sala y comienza a hablar, no obstante, de súbito, a mitad de la conversación comienza a correr y escapa rompiendo una de la ventanas, huyendo con total impunidad sin que nadie le detenga.
Todos los espectadores centran su atención en V. La terapeuta, con total tranquilidad, le concede la palabra a C que había levantado la mano justo después de la huída de E y había sido ignorado por los visitantes debido a la espectacularidad del momento. C se levanta de su silla y, con serenidad, dice "Cada loco con su locura"; acto seguido, echa a correr por el mismo camino que antes recorriese E.
Para terminar la función, V se encarga de repartir un papel. Lo coges y miras lo que pone en él. "La locura nos une" aparece escrito. E y C aparecen por el lugar de los visitantes y escriben en la pared: "Lo que la locura unió que no lo separe la monotonía".
V invita a cada uno de los locos a ponerse frente a los demás y exponer los motivos de su locura. A y B superan esta prueba con elocuencia, demostrando una soltura impropia de su calificación mental. El turno pasa a ser para C, pero, al contrario que sus anteriores compañeros de locura, no consigue articular palabra alguna. V, con su experiencia, ve que eso puede desestabilizar la terapia y obliga a C a volver a sentarse con su compañeros, decide que D salte al centro de la sala y relate qué le llevó a la locura. D no defrauda y consigue narrar sus experiencias de una forma fluida, calmando a sus compañeros.
Por último, el turno de la palabra pasa a E. Un pálpito como espectador te sacude, intuyes en E otro tipo de locura, pero, sin embargo, no logras ver más allá del espectáculo que ofrece el parque temático. E se coloca en el centro de la sala y comienza a hablar, no obstante, de súbito, a mitad de la conversación comienza a correr y escapa rompiendo una de la ventanas, huyendo con total impunidad sin que nadie le detenga.
Todos los espectadores centran su atención en V. La terapeuta, con total tranquilidad, le concede la palabra a C que había levantado la mano justo después de la huída de E y había sido ignorado por los visitantes debido a la espectacularidad del momento. C se levanta de su silla y, con serenidad, dice "Cada loco con su locura"; acto seguido, echa a correr por el mismo camino que antes recorriese E.
Para terminar la función, V se encarga de repartir un papel. Lo coges y miras lo que pone en él. "La locura nos une" aparece escrito. E y C aparecen por el lugar de los visitantes y escriben en la pared: "Lo que la locura unió que no lo separe la monotonía".
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